martes, 1 de junio de 2010

Vertidos residuales

El término agua negra, más comúnmente utilizado en plural, aguas negras, define un tipo de agua que está contaminada con sustancias fecales y orina, procedentes de desechos orgánicos humanos o animales. Su importancia es tal que requiere sistemas de canalización, tratamiento y desalojo. Su tratamiento nulo o indebido genera graves problemas de contaminación.

A las aguas negras también se les llama aguas servidas, aguas residuales, aguas fecales, o aguas cloacales. Son residuales, habiendo sido usada el agua, constituyen un residuo, algo que no sirve para el usuario directo; son negras por el color que habitualmente tienen, y cloacales porque son transportadas mediante cloacas (del latín cloaca, alcantarilla), nombre que se le da habitualmente al colector. Algunos autores hacen una diferencia entre aguas servidas y aguas residuales en el sentido que las primeras solo provendrían del uso doméstico y las segundas corresponderían a la mezcla de aguas domésticas e industriales. En todo caso, están constituidas por todas aquellas aguas que son conducidas por el alcantarillado e incluyen, a veces, las aguas de lluvia y las infiltraciones de agua del terreno.

Todas las aguas naturales contienen cantidades variables de otras sustancias en concentraciones que varían de unos pocos mg/litro en el agua de lluvia a cerca de 35 mg/litro en el agua de mar. A esto hay que añadir, en las aguas residuales, las impurezas procedentes del proceso productor de desechos, que son los propiamente llamados vertidos. Las aguas residuales pueden estar contaminadas por desechos urbanos o bien proceder de los variados procesos industriales.
La composición y su tratamiento pueden diferir mucho de un caso a otro, por lo que en los residuos industriales es preferible la depuración en el origen del vertido que su depuración conjunta posterior.
Por su estado físico se puede distinguir:

La coloidal y la suspendida se agrupan en el ensayo de materias en suspensión o Sólidos Suspendidos Totales (SST)

lunes, 31 de mayo de 2010

peces en peligro de extincion

Los peces son de los animales más difíciles de rastrear. Migran desde los arroyos y ríos hasta los océanos y nunca podemos estar 100 por ciento seguros de donde se encuentran. Esto nos dificulta conocer los tamaños de sus poblaciones y encontrar una manera de protegerlos cuando están en amenazados o en peligro de extinción, en especial a las especies que Kidzworld decidió darte a conocer.

Trucha steelhead

La trucha steelhead (Oncorhynchus mykiss, nombre científico), o Cabeza de Acero, es una trucha arco iris que pasa parte de su ciclo de vida en el mar y proviene de los ríos de California. Desde la década de los 50, su población ha disminuido en un 90 por ciento. Muchas de las corrientes que esta especie recorre han desaparecido debido a la construcción de terrenos y de vías de transporte, destruyendo sus aguas de reproducción. El hábitat de estas truchas es continuamente alterado por los humanos, por lo cual si deseamos que estos peces sigan en nuestra tierra, tenemos que cambiar.

Pez gato gigante

El pez gato gigante (Pangasianodon gigas) del Mekong en Tailandia, fue declarado una especie en peligro de extinción el 2 de junio de 1970. Esta especie que habita en el Río Mekong en Tailandia, es uno de los peces de agua dulce más grandes del mundo, llegando a medir hasta 3 m (10 pies) de largo y a pesar hasta 300 kg (660 lb). Desde la construcción de la presa hidroeléctrica en el Mekong en 1994, la población de este pez gato ha disminuido de 256 a solamente 96 peces.

Tiburón ballena

El número actual de tiburones ballena (Rhincodon typus) en el mundo es desconocido por lo difícil que es rastrear a estos peces de 12 m ( 40 pies) de largo. Sin embargo, lo que sí se sabe es que la población de este raro tiburón (debido a sus lentas tasas de reproducción) ha disminuido en los últimos 10 años a causa de la pesca excesiva. Un pariente cercano del tiburón ballena, el tiburón blanco, también es considerado una especie en peligro de extinción, pero solamente en la costa de California porque parece haber bastantes en otras partes del mundo.

Salmón chinook

En una época el salmón chinook (Oncorhynchus tshawytscha) jugó un gran papel en la cultura de los indios americanos. En los últimos años, el número de ejemplares del salmón chinook que habita en la región Pacífico Noroeste de los Estados Unidos ha disminuido dramáticamente. En un tiempo solía ser muy normal pescar un chinook hasta de 45 kg (100 lb), pero en 1998 se contaron menos de 5000 peces en el Río Snake del estado de Idaho y ahora, según los científicos, el salmón chinook se extinguirá de nuestro mundo para el año 2016. A menos que cambiemos nuestras relaciones con nuestras contrapartes acuáticas, muchas especies podrían desaparecer de la faz de la tierra. A pesar de que es mucho más fácil rastrear peces como el salmón chinook y la trucha, debido a que migran anualmente para reproducirse, si no paramos de destruir su hábitat, no importará mucho si es fácil contarlos o no. Las especies de peces como el tiburón ballena podrían ya estar al borde de la extinción antes de que se establezca oficialmente, así que debemos ser extremadamente cuidadosos con las actividades en y alrededor de nuestras aguas.

Delta del Niger

Esta acción ha finalizado. En el momento de la fecha de cierre de esta acción, Shell no ha expresado un compromiso público de emprender una evaluación del impacto social y en términos de derechos humanos de los proyectos de extracción de petróleo y gas en el delta del Níger. Amnistía Internacional siente gran preocupación por el impacto de la contaminación y demás daños medioambientales ocasionados por las actuaciones de Shell en el delta del Níger, que generan un impacto negativo en los derechos humanos de las personas allí residentes.


Amnistía Internacional continuará trabajando para lograr una limpieza exhaustiva de toda la contaminación derivada de las operaciones de extracción de petróleo y para que sea realizada en consulta con las comunidades afectadas. Asimismo, Amnistía Internacional seguirá solicitando a Shell que haga pública toda la información sobre el impacto de las operaciones petrolíferas en el medio ambiente y los derechos humanos. Esto incluiría estudios de impacto medioambiental y cualquier otro estudio que Shell haya podido realizar relativo al impacto de sus operaciones sobre las comunidades y el medio ambiente en el Delta del Níger.


Peticion original:
El delta del Níger es uno de los ecosistemas más ricos del mundo, en el que habitan 31 millones de personas, como Ken, pescador en la comunidad Bodo Creek, en territorio Ogoni. También acoge extensos yacimientos de petróleo que han explotado durante décadas el Gobierno de Nigeria y empresas multinacionales. Shell es la principal compañía que opera en la zona.


La explotación del petróleo ha generado miles de millones de dólares en ingresos, pero  los vertidos de petróleo y residuos, y la combustión de gases, han empobrecido más a la población de la zona. Sus habitantes beben, cocinan y limpian con agua contaminada. Las tierras de cultivo han sido destruidas, y el pescado intoxicado, arruinando la mayoría de los medios de subsistencia de la población.


En el delta del Níger se vulnera el derecho de sus habitantes a un nivel de vida digno, a la salud, a la información sobre los efectos de la industria del petróleo y a obtener una reparación. Shell y el Gobierno nigeriano son los principales responsables.


Shell ha estado aprovechándose de la débil legislación de Nigeria durante demasiado tiempo. Exige a Shell que asuma su responsabilidad.

Lluvía acida

La lluvia ácida se forma cuando la humedad en el aire se combina con los óxidos de nitrógeno y el dióxido de azufre emitidos por fábricas, centrales eléctricas y vehículos que queman carbón o productos derivados del petróleo. En interacción con el vapor de agua, estos gases forman ácido sulfúrico y ácidos nítricos. Finalmente, estas sustancias químicas caen a la tierra acompañando a las precipitaciones, constituyendo la lluvia ácida.
Los contaminantes atmosféricos primarios que dan origen a la lluvia ácida pueden recorrer grandes distancias, trasladándolos los vientos cientos o miles de kilómetros antes de precipitar en forma de rocío, lluvia, llovizna, granizo, nieve, niebla o neblina. Cuando la precipitación se produce, puede provocar importantes deterioros en el ambiente.

La lluvia normalmente presenta un pH de aproximadamente 5.65 (ligeramente ácido), debido a la presencia del CO2 atmosférico, que forma ácido carbónico, H2CO3. Se considera lluvia ácida si presenta un pH de menos de 5 y puede alcanzar el pH del vinagre (pH 3). Estos valores de pH se alcanzan por la presencia de ácidos como el ácido sulfúrico, H2SO4, y el ácido nítrico, HNO3. Estos ácidos se forman a partir del dióxido de azufre, SO2, y el monóxido de nitrógeno que se convierten en ácidos.
Los hidrocarburos y el carbón usados como fuente de energía, en grandes cantidades, pueden también producir óxidos de azufre y nitrógeno y el dióxido de azufre emitidos por fábricas, centrales eléctricas y vehículos que queman carbón o productos derivados del petróleo.

lunes, 3 de mayo de 2010

Problemas medioambientales

Los seres humanos y también el Medio Ambiente resultan heridos de forma muy grave. Pero el hombre, como único animal que tropieza dos veces con la misma piedra, parece no aprender la lección o no recordar la historia.Hace sólo 58 años, el bombardero norteamericano Enola Gay dejó caer sobre Hiroshima (Honsho, Japón) a little boy, nombre en clave de la bomba de uranio.
Este ataque nuclear acabó, de forma absoluta, con todos los seres humanos, plantas y animales en dos kilómetros a la redonda del lugar de la explosión. 
Por el fuego y el calor producido murieron 150 mil personas en una ciudad con una población de 350.000 habitantes... Esta cantidad de víctimas no sirvió para que los norteamericanos, bajo la presidencia de Truman, lanzaran una segunda bomba para ratificar su dominio. Esta vez fue sobre la ciudad de Nagasaki (Kyushu, Japón).

Sólo tres meses después del little boy, el fat boy, una bomba de plutonio, era proyectada por el Bock’s car, matando a 250 mil personas. La ciudad entera ardió y las tormentas de fuego alcanzaron los sesenta kilómetros por hora.
Los pocos supervivientes de Nagasaki, expuestos a lluvias radiactivas, sufrieron las consecuencias con el tiempo. Miles de niños y adultos perdieron la vista, otros sufren distintos tipos de cáncer debido al contacto con la radiación.